Bodyboard, la expresión del alma

Puede que no sea el más diestro para el bodyboard, pero si creo ser uno de los que más disfruta al correr una ola. En mi niñez me acostumbre a correr en Antofagasta en una ola que ya no existe que se llamaba "la poza de los pacos" era una derecha muy consistente pero la esperanza de entubar era muy baja. En esos tiempos tenía 14 años.

Luego me toco ir a vivir a concepción, San José Costa Rica, y finalmente a Santiasco, todos estos cambios me alejaron del bodyboard y no lo practiqué por más de 8 años.

Para el 18 de septiembre de 2004 ocurrió un hecho que cambió mi vida, por salvarle la vida a unos desconocidos - que ni siquiera se dignaron a darme las gracias - me apuñalaron por la espalda. Este hecho me hizo ver lo fragil que es la vida, y que uno tiene que hacer y disfrutarla al máximo.

Aca comienza mi reencanto con el bodyboard, comenzé a hacer natación para mejorar mi condición física (en esos tiempos paupérrima) y lo que más quería era montar nuevamente una ola, hasta que llego el maravilloso día en Reñaca... tuve pagones brigidos, buenas corridas, termine agotadisimo, pero en años no sentía mi alma tan liberada.

De ahí comenzé a intentar conocer sitios en el litoral central...fui a Maitencillo, a Salinas con Cuba, a Pichilemu (por el momento solo en la puntilla)... esa ola si que era poderosa, unos revolcones una corridas eternas, lo mejor de mi vida, pero aún no conocía lo que era una ola tubular.

El weekend pasado al fin fui a Puertecillo, el lugar es increíble, y aunque arrugue en unas olas mutantes, logre correr sus buenas olas y al fin sentir la sensación de entubar. Si para mi era increible el simple hecho de correr una ola, el hecho de correr una y entubar y lograr salir victorioso de ese tubo es algo totalmente sublime, enigmático, indescriptible...ahora me siento liberado y mi alma llena de vida, y llegué a la conclusión de que la mejor limpieza de alma no la logran ni conversaciones, ni amistades, sino el contacto con Dios mediante la naturaleza...al menos para mi el bodyboard me permite conectarme con la naturaleza de una forma tal que me siento libre y puro, el llamado es que cada uno encuentre cuál es el deporte que lo libere y LO PRACTIQUE

No se dejen atrapar ni por el estudio , ni por el trabajo, ni por el carrete (incluido el copete), todos esos son drogas que nos alejan de la razón más importante por la cual venimos a la tierra, disfrutar la belleza de su naturaleza mediante algún deporte que nos ponga en contacto directo con alguno de sus elementos.

pd: la foto es de mi nuevo partner del body, el penquista Jorge Vasquez corriendo una ola piola en Puertecillo.